viernes, 25 de enero de 2013

Peter en la capital


           PETER  EN  LA  CAPITAL

 

Érase una vez un pequeño ratón que vivía en una de las ciudades más grandes, lujosas e iluminadas de Europa, Madrid. Se llamaba Peter y se alojaba bajo unos edificios muy altos del centro de la capital, entre las grandes avenidas de Madrid. 

Una noche cuando salía de su pequeño rinconcito, fue como siempre en busca de su cena. De lejos vio como unos gatos pardos estaban a punto de comerse a su mejor amigo  Canelón  y Peter tuvo que reaccionar rápidamente llamándoles para captar su atención.

Los gatos salieron  corriendo a por Peter, Canelón pudo escapar  pero ahora Peter tenía que huir y los gatos se acercaban a él. Vio una alcantarilla y Peter pudo meterse en ella y así escapar de los gatos.

Al cabo de unas horas, Peter salió de su escondite, dirección a su casa cuando de repente  vio entre los árboles muchos ojos fijos en él.  Los gatos habían estado esperándole. Peter estaba acorralado no tenía escapatoria.

Mientras Canelón le esperaba, pero Peter no aparecía, no había rastro de él.

Pasaron los días, las semanas, los meses, y la angustia de Canelón aumentaba, sabía que Peter estaba secuestrado, por eso Canelón recurrió a la llamada de socorro : “el maullido nocturno”.

La noticia de la desaparición de Peter  se extendió hasta el último rincón de Madrid. Los ratones madrileños se reunieron con Canelón, desde Moncloa, Goya, Fuencarral, Hortaleza, Serrano…

Esa misma noche todos fueron a rescatar a Peter bajo el lema “la unión hace la fuerza”.

Tras mucho tiempo buscándole, encontraron a Peter y mientras todos los ratones distraían a los gatos, poniéndose como cebo , Canelón ayudaba a Peter a escapar .

Y esta es la historia de dos ratoncitos que realmente sabían lo que significaba el concepto de amistad.

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