PETER EN
LA CAPITAL
Érase una vez un pequeño ratón que vivía en una de
las ciudades más grandes, lujosas e iluminadas de Europa, Madrid. Se llamaba
Peter y se alojaba bajo unos edificios muy altos del centro de la capital,
entre las grandes avenidas de Madrid.
Una noche cuando salía de su pequeño rinconcito, fue
como siempre en busca de su cena. De lejos vio como unos gatos pardos estaban a
punto de comerse a su mejor amigo Canelón y Peter tuvo que reaccionar rápidamente
llamándoles para captar su atención.
Los gatos salieron
corriendo a por Peter, Canelón pudo escapar pero ahora Peter tenía que huir y los gatos se
acercaban a él. Vio una alcantarilla y Peter pudo meterse en ella y así escapar
de los gatos.
Al cabo de unas horas, Peter salió de su escondite,
dirección a su casa cuando de repente vio entre los árboles muchos ojos fijos en
él. Los gatos habían estado esperándole.
Peter estaba acorralado no tenía escapatoria.
Mientras Canelón le esperaba, pero Peter no
aparecía, no había rastro de él.
Pasaron los días, las semanas, los meses, y la
angustia de Canelón aumentaba, sabía que Peter estaba secuestrado, por eso
Canelón recurrió a la llamada de socorro : “el maullido nocturno”.
La noticia de la desaparición de Peter se extendió hasta el último rincón de Madrid.
Los ratones madrileños se reunieron con Canelón, desde Moncloa, Goya,
Fuencarral, Hortaleza, Serrano…
Esa misma noche todos fueron a rescatar a Peter bajo
el lema “la unión hace la fuerza”.
Tras mucho tiempo buscándole, encontraron a Peter y
mientras todos los ratones distraían a los gatos, poniéndose como cebo ,
Canelón ayudaba a Peter a escapar .
Y esta es la historia de dos ratoncitos que
realmente sabían lo que significaba el concepto de amistad.
Veo que estás siendo atacada por el virus de la creación :)
ResponderEliminarAnotado.