Dame tus estaciones . En
verano tu calor , en invierno tu refugio , en primavera tu belleza , en otoño
tus caídas.
Recuérdame lo que me quieres los
lunes al comenzar , y los domingos al terminar.
Regálame cada alegría , cada
nueva ilusión , cada sorpresa que te brinde la vida .
También te pediría tus tropiezos
, y cada una de las lágrimas que caigan de tus ojos.
Cuando te veas una arruga ,
mándamela también , yo te contaré su
historia .
Cuando veas a la soledad ,
dile que se ha confundido de persona , estoy detrás de ti.
Cúrame cuando sangren mis
heridas , y cuando ya estén sanadas.
Déjame mirarte cada día ,
como lo haces tu desde aquel caluroso día de agosto.
Por último déjame cuidarte
cuando no puedas hacerlo por ti mismo , como tú lo hiciste cuando yo tampoco podía.
Cuando tengas que marchar ,
de mi nunca te irás , solo cierra los
ojos y cuenta hasta cien , cuando los abras aquí seguiré .
Inspirado
en el poema de Azahares : A Paula Cruz Labajo,
mi primera
niña,
mi gran amor.
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