MI ABUELITA Y SUS CUENTOS

Mi ABUELITA Y SUS CUENTOS

Esta entrada para mí es una entrada muy especial que quiero compartir con todos vosotros . Mi abuela , desde que tengo memoria me contaba cuentos por las noches para dormir , a mi y a mis tres hermanos  nos encantaba  …. Pero  siempre le decíamos que se los inventaba , que así no eran…

Pero ahora me doy cuenta de que no se los inventaba , ¡sus cuentos eran mucho más acertados y cercanos al cuento original que el que nosotros sabíamos!.

Esta transformación de los  cuentos , ya hemos estudiado que es porque se trataban de cuentos populares , y éstos se traspasaban  de forma oral , es decir de boca en boca , y por eso cada persona , lo contaba de una manera diferente  no con la intencionalidad de cambiar el cuento , sencillamente porque cada persona cuenta o narra las cosas de una manera peculiar y particular , y de esta manera generación tras generación se han ido relevando estos cuentos … hasta el día de hoy.

¿Pero , podemos saber cuál es el cuento original? …..

Muchos estudios se han acercado a las versiones más antiguas , pero nunca podremos decir cuál es el cuento real , ya que cuando estos surgieron entre la gente del pueblo (clase baja) no sabían leer ni escribir , y no hay ningún manuscrito  que podamos mirar para saber con exactitud como era el cuento original.

Ahora que se esto , me doy cuenta de que mi abuelita , siempre me ha estado contando cuentos reales , ¡no se los inventaba!

 

Muchos de estos cuentos de nuestros abuelos , que generación tras generación se están perdiendo por desgracia , los voy a recoger yo en mi blog con ayuda de mi abuela.

 Lo he titulado “LOS CUENTOS DE MI ABUELITA” e iré subiendo cuentos según me los vaya contando ella TEXTUALMENTE.

 

El primer cuento que me contó el otro día mi abuela es el de Cenicienta .

 

¡Espero que compartamos juntos estos cuentos de nuestros antepasados y veamos juntos la cantidad de versiones que puede haber de un mismo cuento!

 

 

CENICIENTA

Érase una vez una princesa que se llamaba Cenicienta, y la madrastra le tenía envidia.

La tenía siempre escondida en la cocina de cenicienta (entre los platos …) .

Un día, se presentó un duende y le dijo a Cenicienta  que era muy guapa , y le preguntó si quería ir a un baile.

Pero Cenicienta le dijo que no tenía ropa , y el duende , le dijo que cuando saliera de su casa lo tendría todo preparado para irse a la fiesta .

El duende le dijo : “antes de las 12” te sales de la fiesta . “si no sales , te quedarás sin ropa y sin nada”.

Estando en la fiesta , cuando eran casi las doce se dio cuenta de que se había acabado el tiempo , y se quedó uno de sus zapatos en la calle , y se fue descalza a su casa sin el zapato .

El príncipe , al salir de la fiesta , se encontró el zapato , y él sabía que la madrastra de la cenicienta tenía hijas muy guapas y el príncipe pensó que el zapato era de una de ellas .

Mandó al criado con el zapato a casa de la madrastra de la Cenicienta  para que sus hermanastras se lo probaran y a la que le quedará bien , se casaría con una de ellas.

Ellas muy contentas , recibieron al príncipe , pero el zapato no le valía  a ninguna. La madrastra , mandó a cenicienta a la cocina y le dijo ”tu a la cocina” .

En broma , una de las hermanastras para burlarse de Cenicienta y que quedara en ridículo , le dijo que se probara ella el zapato. Y así fue , se lo probó y le quedaba bien.

El criado , le dijo al príncipe que le quedaba bien el zapato a Cenicienta , pero que no sabía de dónde había aparecido esta chica .

Entonces , el príncipe , al ver que el zapato le quedaba bien , fue en busca de la cenicienta con sus mejores trajes .

Al ver a la cenicienta , se enamoró de ella y las hermanastras y la madrastra se quedaron asombradas al ver a la cenicienta irse con el príncipe tan feliz.

Se casaron , comieron perdices y a mí no me dieron.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

 

Espero que os haya gustado , cuando vuelva a ver a mi abuelita , le pediré que me cuente otro cuento de los suyos para compartirlo con todos vosotros .

Considero que tenemos infravalorado el saber de nuestros mayores y que escucharles , nos enriquece.